Bienvenido abril! Este mes, precisamente el día 9, cumplo 5 años en Inglaterra. Cuando recién llegué, no tenía tan presente la fecha porque pensé que mi estadía iba a durar solo 6 meses 😀 jaa , pero conforme fueron pasando los años y seguí con mi vida en Reino Unido, cada que llega el mes de abril hago una especie de recuento mental e involuntario de todo lo que ha pasado, todas las experiencias, los viajes, las sorpresas, lo bueno y lo malo.
En este último par de años pareciera que no es el mejor momento para ser un inmigrante. Algunos países cierran sus puertas y algunas personas mantienen sus mentes cerradas y limitadas a los estereotipos y la generalización. Tras la celebración del referéndum (Brexit) en Reino Unido, hemos escuchado comentarios racistas y retrogradas que de verdad nos entristecen 😦 Por otro lado, existen también aquellos países que están abriendo sus puertas y personas, incluso aquí en Inglaterra, que te dan la bienvenida como alguien que llega a aportar y vivir honradamente en su país.
Vivir lejos de «casa» puede ser todo un reto. Hace un tiempo escribí un post sobre lo que nadie te dice antes de emigrar, empezando por el hecho de ser un proceso que dura toda la vida (Kay Deaux, 2006), el cual seguirá afectando a la persona aún después de haber emigrado. – To Be an Immigrant, Kay Deaux
On the other hand! Por supuesto que he descubierto las ventajas de este país y las de ser inmigrante en general, de la libertad de movimiento que existe en Europa (y que los Británicos están por tirar por la borda), el aprendizaje y todos aquellos retos que suponen ser expatriado y que son experiencias imposibles de vivir desde «la comodidad» de nuestro país de procedencia.
Así que decidí escribir este post, un poco más positivo que el anterior 😉 , haciendo un recuento de las ventajas que he encontrado al ser expatriada, muy a parte de los posibles aspectos económicos o de calidad de vida, que por lo general son las razones más comunes por las que se emigra.
Te ofrece un nuevo comienzo
Si, si, si… Puede sonar a total cliché, pero esta es realmente una oportunidad para empezar de cero. Tienes la oportunidad de llevar contigo solo lo que tu quieras (tanto literalmente, como en sentido figurado) y puedes dejar atrás lo que no necesitas más en tu vida.
Te lleva a viajar y descubrir nuevos lugares
Of course! Vivir en Europa tiene la gran ventaja de que todos los países están más cerca uno del otro, y a pesar de que Reino Unido es una isla, me ha permitido saltar al continente en escapadas de fin de semana, o puentes, a veces sin pedirme vacaciones. Pero si tu plan es emigrar a Australia o te encuentras viviendo en Canadá, (es decir, en algún país INMENSO), tienes la oportunidad de recorrer lugares maravillosos y llegar a ver realmente un país por lo que es, más allá de «lo turístico», viviendo y trabajando como los locales.
Te invita a conocer gente nueva
Aunque creas que no eres «muy amiguero», o no eres tan sociable, vas a conocer muchísima gente. Quizás algunas personas sean solo pasajeras, pero las que se quedan suelen ser relaciones muy especiales. Lo que nos lleva al próximo punto…
Te da nuevos amigos: Life-long vs Sweet & short
He tenido dos experiencias viviendo en dos países diferentes como extranjera, y aunque las dos han sido experiencias muy distintas, ambas coinciden en un aspecto. -Vivir en el extranjero (por lo general) nos hace involuntariamente forjar relaciones más fuertes en períodos de tiempo más cortos. Por lo regular, esto pasa más entre extranjeros y no importa lo diferentes que sean el uno del otro, ya que al menos tienen una cosa muy importante en común… y es que los dos están lejos «de casa». Pero si tienen más cosas en común, normalmente estas se vuelven relaciones para toda la vida. 🙂 Se convertirán en tu pequeña nueva familia y en amistades que te acompañarán siempre.
Te deja habilidades nuevas
Vivir en un país donde se habla otro idioma diferente al tuyo es una gran ventaja. Si no lo hablas todavía, haz el intento, practica y aprovecha cada oportunidad para equivocarte. Si se habla el mismo idioma, de cualquier manera puedes sacarle el mayor partido a tu experiencia en el extranjero. Ten en cuenta que emigrar supone muchos retos y salir de tu zona de confort. Por tanto, te convierte en un individuo más seguro de si mismo, valiente y adaptable. Esto último creo que es lo más importante. Muchas veces hay que hacer verdaderos esfuerzos por entender y aceptar como funcionan las cosas en ese nuevo país. Esto nos lleva también a ser más tolerantes. Todas estas habilidades se valoran mucho en el ámbito laboral 😉
Te vuelve experto en solucionar problemas
Todos los días como expatriado, se te plantea un nuevo desafío, sobre todo al principio. Desde conseguir un trabajo, sin conocer absolutamente a nadie, hasta buscar un lugar donde vivir que se adapte a tus necesidad (y sobre todo a tu bolsillo…!) Se me vino a la mente cuando nos mudamos a Liverpool y teníamos MUY poco tiempo para encontrar una casa (básicamente solo un fin de semana). Las agencias, además de cobrar muchísimo dinero por sus servicios, un par ni siquiera nos dieron cita para ver el sitio porque escuchaban un acento foráneo. Una vez una agente me dijo que realmente no quería hacerme perder el tiempo, ni que yo le hiciera perder el suyo (jajaaa)… También están presentes mi eterna lucha contra el clima de Inglaterra, como adivinar lo que los ingleses realmente quieren decir cuando están siendo «polite», y ni hablar del casi imposible reto de encontrar un trabajo para conseguir la visa. Siempre habrán retos, ya sean lingüísticos, culturales o de otra naturaleza. Aunque llega a ser agotador, al final te das cuenta que absolutamente TODO en esta vida tiene solución, menos la muerte.
Te hará valorar más lo que dejaste atrás
Esto es sin duda lo más difícil… al menos para mi. Estar lejos de tu familia y amigos es otro gran reto que vives a diario. A esto le sumamos otras cosas como la comida, el clima, la cultura, las tradiciones… Cosas que pueden parecer tontería, se empiezan a echar de menos. ¡Se me ocurre el cine! Yo iba al cine en México literalmente cada semana. Desde que vivo aquí en Inglaterra he ido al cine literalmente una vez al año. Fuera de broma, mi película del 2015 fue Star Wars VII, en 2016 fui al cine en México (Bridget Jones, la amo) y este año tocó La Bella y La Bestia. -¿La razón? Ir al cine aquí cuesta alrededor de £12 que son $280 pesos a día de hoy, contra unos $60 que me costaba en México. Aunque ganemos en libras y «el que convierte no se divierte», lo pienso y se me quitan las ganas de ir.
Por último…
Dos países diferentes se ven obligados a fusionarse contigo
La manera en que vivas la vida y tu experiencia es solo tuya y única.